«He venido porque tengo una gran amiga que me había comentado sobre el Teatro Terapéutico y yo tenía curiosidad de saber lo que era. Para mí el LAB. TT es un camino para aceptar al personaje y perdonarlo de una manera divertida. Entonces es como verlo y poder reír de él, y en la realidad te das cuenta de que te estás riendo de ti mismo. Y poder reír en algún momento ya es mucho porque a veces tomamos la vida tan en serio, que es como «vamos a dejar de castigarnos al menos en esos espacios de tiempo». Lo que más me gustó este proceso es llevar al personaje a un extremo y ver que no deja de ser un personaje a final y a cabo”.