Faltan palabras en el vocabulario para expresar la inmensidad de la belleza del trabajo que haces. Es la curación, el perdón, el cuidado de uno mismo, la comprensión, una lección constante sobre generosidad y amor en su forma más pura.
Hay encuentros que son un regalo de la vida para recordarnos un propósito mayor y que la búsqueda del autoconocimiento es infinita.
Márcia es una maestra, un hombro para llorar, un alivio en medio de todo el caos. Con su paciencia y generosidad, me enseña a encontrar lo mejor de mí misma, sin culpa, sin juicios, sólo con comprensión. Me enseña a mirar mis sombras con compasión y generosidad.
Creo que hay personas que llegan a nuestras vidas para ayudarnos a dar sentido a este viaje, y ella es sin duda una de ellas.
A través del arte, de la creación, del fomento de mi creatividad, me permite dibujar y encontrar belleza y luz en mis sombras, alegría en las dificultades y victoria en las luchas. Estoy y estaré eternamente agradecida por este momento en el que me permite aprender tanto de su ligereza, generosidad y afecto. ¡Mucha gratitud!