“Solo consigo pensar en gratitud. Siento que gané amor por mis fragilidades que me acompañan. Siento que ya no tengo que deshacerme de ellas. Yo acepto lo que en mí quiere ocultarse. Siento que mi abrazo está más profundo. Siento ganas de reencontrar a viejos amigos, de hacer amigos nuevos. Con mi familia, la aceptación, el afecto, como modelos a seguir. Gratitud a cada persona a mi alrededor.
Percibo a cada día de investigación un dato importante. Pistas para el encuentro con caminos más saludables de mi vida. El arte como medio de encuentro con algunos acontecimientos que me marcaron sin recurrir a la victimización, pero a los colores, líneas, trazos que llevan a lo que no fue asimilado con amor y cariño. Me siento apaciguada. Con ganas de seguir. Con espacios que fueron vaciados. Ahora puedo organizarme mejor. La abertura se ha hecho”.